A medida que se acerca la ovulación, hacia la mitad del ciclo, el flujo vaginal va adquiriendo un tono más transparente y menos denso hasta convertirse en un líquido. Ese es el momento de la ovulación.

Estos cambios se deben al aumento de los niveles de estrógeno, una hormona sexual femenina producida por los ovarios que regula el ciclo menstrual.

Después, el flujo vuelve a cambiar de textura y se hace más pegajoso, lo que indica que los niveles de estrógeno han disminuido y en consecuencia también el momento fértil de la mujer.

Controlar la temperatura basal para calcular la ovulación

El método de la temperatura basal es otra forma de determinar el día de la ovulación.

Consiste en tomarse la temperatura todos los días con el mismo termómetro antes de levantarse de la cama, a la misma hora, y anotarla en una tabla que recoja todos los días del ciclo durante varios meses.

La temperatura basal del cuerpo apenas varía de una mujer a otra. Lo normal se sitúa entre 36.5ºC a 36.7ºC antes de la ovulación, y aumenta 0.5ºC después de la misma. Por lo tanto, los cambios que se producen son mínimos, de décimas de grado. Lo mejor es tomarse la temperatura debajo de la lengua o en el recto, pero siempre en el mismo sitio.

Una vez que la temperatura llega al pico y se mantiene en un nivel más alto de lo normal durante unos tres días, es que se ha producido la ovulación. Esta temperatura se mantendrá más elevada hasta que vuelva a producirse la regla.

Cuando se produce la ovulación, la temperatura sufre un ligero aumento, entre medio grado y un grado respecto al resto de los días. Dicho cambio de temperatura se debe a la presencia de la progesterona, otra hormona femenina que actúa durante la segunda parte del ciclo menstrual.

El registro de la temperatura debe iniciarse el primer día de la menstruación y mantenerse durante todo el ciclo. Para medir la temperatura basal hay termómetros especiales que se pueden adquirir en las farmacias, ya que tienen una división en décimas de grado más fácil de leer que en los termómetros normales.

 

Detectar la presencia de la hormona luteinizante (LH)

La hormona luteinizante (LH) se trata de una proteína que en la mujer controla la ovulación y la secreción de la progesterona, entre otras funciones.

Mediante una prueba de orina es posible localizar esta hormona entre 24 y 36 horas antes de la ovulación.

El test, de venta en farmacias, es relativamente sencillo de usar.

Observación microscópica del flujo vaginal

Existe otro test farmacéutico que permite determinar los días fértiles de una mujer.

Se basa en la observación al microscopio de una muestra de saliva o flujo vaginal y en el cambio de las imágenes que se ven en los momentos próximos a la ovulación.

Tiene la gran ventaja de poderse usar muchas veces durante un año. De modo que se compra una sola vez y sirve para todo el año, independientemente de las veces que comprobemos la ovulación.

¿Cómo utilizar estos métodos para calcular la ovulación?

Todos estos métodos son indicativos de cuándo se va a producir la ovulación y se pueden poner en práctica de forma conjunta o por separado.

Además, se puede utilizar un sistema de cálculo aproximado de la ovulación contando las tres últimas reglas y los días en las que se produjeron.