Que hacer en casos de depresión?

La depresión es un trastorno psíquico, de intensidad variable, caracterizado por un estado de ánimo decaído, en el que predomina la tristeza, el pesimismo, la melancolía, la apatía, la desesperanza y la falta de proyecto futuro.

Frente al sentimiento de tristeza o de malestar ocasionado por un acontecimiento penoso o negativo, que puede considerarse normal, la depresión supone un estado de ánimo anómalo, que incide negativamente en la conducta, las emociones y las habilidades sociales de la persona afectada, distorsiona su forma de pensar y de entender lo que le rodea, le vuelve inseguro y puede, incluso, provocarle alteraciones en el estado de salud física.

Causas

En términos generales, se distinguen dos grandes tipos de depresiones: las exógenas y las endógenas. Las primeras son las desencadenadas por un acontecimiento penoso o frustrante de la vida, como puede ser la muerte de un familiar o un fracaso sentimental o laboral, y se llaman también reactivas. Las endógenas tienen su origen en alteraciones bioquímicas del organismo y suelen tener un componente hereditario.

Síntomas

La característica principal de la depresión, en sus distintas modalidades, es el sentimiento intenso de tristeza, que puede traducirse en apatía, falta de concentración, incapacidad para poner en marcha las propias habilidades (sensación de estar bloqueado), falta de motivación, aburrimiento, cansancio físico, exceso de sueño, irritabilidad, aislamiento, actitudes y pensamientos negativos frente a los demás o frente al trabajo, sensación permanente de frustración, frialdad afectiva, pérdida de energía, escaso sentimiento de realización personal, pesimismo respecto al futuro e ideas de suicidio. En los casos de depresiones reactivas, es frecuente observar una clara desproporción entre el factor detonante del trastorno y la intensidad del mismo.

Tratamiento para la depresión

Dada la gran variedad de cuadros clínicos que puede presentar la depresión, no se puede hablar de un tipo único de tratamiento. No obstante, en la mayoría de los casos se combina la administración de fármacos, bajo riguroso control médico, con la psicoterapia.

Terapias alternativas para la depresión

Las terapias alternativas para este trastorno, son en muchos casos un excelente complemento al trabajo del médico terapeuta, volver a restaurar la esperanza, la confianza en si mismo y los deseos de disfrutar la vida son especialidades donde el Yoga,  la Arteterapia y la zooterapia resultan realmente efectivas, así como algunas ramas de la Medicina China.

De ellas, la más simple de poner en practica es la Zooterapia, el efecto de regalarle una mascota (los perros cachorros son ideales) al enfermo, arroja resultados muy satisfactorios en breve plazo, el mero contacto con un cachorro, el amor incondicional, la alegría que expresan y las muestras de agradecimiento mas la necesidad de su cuidado, son primordiales para alguien que está pasando por un trastorno de depresión. En muchísimos casos acorta considerablemente las necesidades de ingerir fármacos y acelera el trabajo del terapeuta.

Es importante, cabe reiterarlo, que tomar conciencia cuando un estado de tristeza se convierte en depresión, es que ésta debe ser tratada a tiempo, por que en algunos casos puede llevar al enfermo a la muerte por suicidio, la depresión tiene cura, pero su mayor escollo es que los enfermos y sus entornos no tratan el tema como lo que realmente es, una enfermedad.