Nada en la historia de la humanidad ha creado tantos libros, novelas, poemas, versos, canciones y frases como el amor, nada ha alejado a hombres y mujeres de la realidad cotidiana para elevarlos a estados de exaltación nunca antes logrado.

Desde alocados actos incomprensibles hasta crímenes pasionales se han cometido a lo largo de la historia en el nombre del amor.

El amor es el causante de sentimientos tan variados como el dolor, sensación de abandono, baja de autoestima, ira, celos o los contrarios de pasión, sublime éxtasis, felicidad, dicha, bienestar y sensación de ser todopoderosos.

Las hormonas del cuerpo de un enamorado parecen crear sus propios estados de ánimo, aunque no siempre es beneficioso para el individuo, la realidad es que todos buscan repetir esa sensación, que no siempre es la esencialmente convencional, amores ocultos, amores furtivos, amantes ocacionales, amores platónicos, amores a distancia y así una gama de variantes poco imaginables, esta búsqueda, en algunos casos desesperada, está orientada a sentir nuevamente algunos de los sentimientos, positivos o negativos que nos produce el mágico hecho de estar enamorados, y aunque la razón nos indique una cosa, el corazón hace otra.

La opinión científica sobre el amor

Pero es en realidad el corazón quien determina está perdida temporal del juicio? Por supuesto que la respuesta es no. Al parecer de los científicos la responsabilidad de tantos actos de sin razón se debe a la denominada «química del amor». Concretamente a la producción de dopamina.

Una serie de procesos fisiológicos que se disparan en nuestro cerebro cuando algún elemento psicológico ponen la alerta de que al parecer estamos en presencia del amor de nuestra vida.

Muy lejos del razonamiento previo de una persona, estos procesos actúan por sí solos, desencadenando una rara sensación de cosquilleo interior, al parecer nos estamos enamorando, pero en realidad lo que pasa es que el cerebro a lanzado una cantidad considerable de dopamina al cuerpo, esta sustancia creada por nuestra masa encefálica, actúa como neurotransmisor del sistema nervioso central, produce sentimientos de placer, generando entusiasmo y optimismo, también aumenta la energía y la motivación personal debido a su efecto inhibidor.

Si bien la reacción de hombres y mujeres es algo diferente, la necesidad de volver a experimentar ese particular sentimiento es la misma en ambos géneros. En las mujeres la exaltación es más emocional mientras que por el lado masculino se manifiesta principalmente en su libido.

Pero esta etapa de enamoramiento, no dura para siempre, dependiendo de factores individuales más ligados a lo psicológico de historia personal, que a lo físico, es un período que tarde o temprano desaparece. Entonces que pasa con el amor?

La molécula del amor

Aquí es cuando hace su aparición la comúnmente denominada «molécula del amor» u hormona oxitocina, para otros la hormona de los mimosos.

Otro neurotransmisor que actúa a nivel cerebral, principalmente en las mujeres al momento del parto, regularmente segregado, actúa estimulando la actividad de contacto íntimo de la pareja, despertando la conducta parternalista en la unión amorosa, produce reacciones de confianza, afecto, estima y generosa protección del otro.

No es poco frecuente que en algunos casos se produce, por causas desconocidas, el  bloqueo a esta hormona, por lo tanto,  estas personas  no pueden mantener una relación duradera en el tiempo más allá de la etapa de enamoramiento. Aunque para el resto, esta situación es difícil de comprender, así funciona el sistema en estos casos.

Pero por el momento y de cualquier forma, seguiremos pensando que el amor es algo del corazón, al menos es un pensamiento más idílico y romántico.

En los hombres mantiene vivo su afán conquistador y en las mujeres su deseo íntimo y siempre vigente de sentirse atractivas y deseadas.