El ocultismo es la doctrina que pretende conocer y utilizar todos los secretos y misterios de la naturaleza.
Para conocer esos secretos, el ocultismo, palabra que proviene del latín y significa “escondido”, sólo unos pocos expertos o iniciados podían llevar a cabo esas prácticas misteriosas.
En sentido estricto, el ocultismo tiene que ver con las teorías filosóficas indostánicas basadas, a su vez, en ideas cabalísticas.
Pero en un plano más amplio, el ocultismo tiene que ver con un conjunto de creencias, conocimientos teóricos y prácticos de las llamadas ciencias ocultas.
Inicios del ocultismo
El ocultismo, que nació en el siglo XIX de la mano de autores como Éliphas Lévi, se halla muy en boga en los últimos tiempos y se ha confundido con toda una serie de movimientos literarios, seudo filosóficos y esotéricos que tienen que ver más con el marketing y el comercio editorial.
El ocultismo moderno nació en el siglo XIX como una corriente artística que se enfrentó al racionalismo y las ideas materialistas imperantes en ese momento.
Dicha corriente quiso rescatar los estudios tradicionales y profundizar en algunas escuelas de la antigüedad que poseían doctrinas esotéricas reservadas a unos pocos, normalmente a una casta sacerdotal restringida.
En esa época aparecieron autores ocultistas, muchos de ellos miembros de la masonería y personas muy eruditas, como los franceses Éliphas Lévi, seudónimo de Alphonse-Louis Constant (1810-1875), Philippe Vachot y Alexandre Saint-Yves d’Alveydre (1842-1909).
También conviene destacar a Gérard Encausse (1865-19161), más conocido como Papus, quien extendió el concepto de ocultismo con su obra Occultism contemporain (1887).
Del mismo modo, proliferaron las sociedades dedicadas a estas prácticas y estudios.
Una de las más conocidas fue la Sociedad Teosófica, fundada en Nueva York en 1875 por la famosa Helena Blavatsky y Henry Olcott.
Durante mucho tiempo, las doctrinas ocultistas formaron parte de un círculo muy pequeño que apenas se extendió por los países anglosajones como Gran Bretaña.
El boom del ocultismo
Así se mantuvo hasta mediados del siglo XX, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, cuando se generó un auténtico boom público.
La gente se empezó a interesar por hechos misteriosos como, por ejemplo, el famoso triángulo de las Bermudas y/o los objetos voladores no identificados (OVNI).
Así como la existencia de otros seres en diferentes planetas o los misterios esotéricos en los que se cree que se cimentaron antiguas civilizaciones como la egipcia.
Se sumó que los medios de comunicación comenzaron a publicitarlos.
A partir de entonces, el ocultismo se identificó con toda una serie de prácticas e investigaciones que para muchos tenían (y tienen) categoría científica, como la astrología, el horóscopo, la magia, la alquimia, la neurología, la quiromancia, la carta astral, etc.
El creciente interés por estos fenómenos permitió (y así continúa en la actualidad) que aparecieran muchísimos escritos y libros tratando de explicar y desvelar todo tipo de misterios.
Particularmente, en los últimos años se han puesto de actualidad aquellos temas que tienen relación con la historia de la religión cristiana y la vida de Jesús.
Incluso, varias editoriales se han especializado en la publicación de libros o revistas sobre estos temas, que cuentan con gran aceptación popular.
