Siento que no me prestan atención
Imagen de Steve Buissinne

Sin dudas unos de los males generalizados de nuestros tiempos es la falta de atención que la gente nos brinda y sin darnos cuenta brindamos también nosotros.

Los padres se quejan de que sus hijos no le prestan atención cuando hablan o dicen cosas importantes, las parejas cuando se encuentran juntas tienen la sensación cierta de que la cabeza del otro está en otro lado menos allí.

Resulta normal que una reunión amable de amigos café de por medio, muchos de los reunidos esté mirando cada 5 minutos su teléfono celular y deje de prestar atención al tema de conversación.

Frecuentemente olvidamos cosas, hechos o encargos por no haber prestado debida atención en su momento.

Lo cierto es que este problema generalizado nos causa muchos problemas sociales, en algunos casos somos victimas del la falta de atención y en otras tantas, victimarios y según el caso nos puede traer trastornos de ansiedad o de depresión.

Resulta muy fastidioso que alguien con quien queremos charlar, interrumpa su atención a nosotros continuamente para mirar o usar su celular, olvidarse de un encargo que alguien nos hizo, o de una fecha importante o simplemente no escuchar lo que nuestra pareja nos está diciendo.

Pero esto que podemos tomar frecuentemente como una falta de interés para nuestra persona, para la ciencia médica se trata de TDA/H (trastorno por déficit de atención producto de la hiperactividad) un mal de nuestros tiempos que puede afectar a un alto porcentaje de niños, adolescente y adultos.

En otros tiempos pasados, las personas cumplían un horario laboral, tenían un horario para la diversión, la familia, el descanso y de dialogo con su pareja, pero en los tiempos actuales las cosas han cambiado y mucho.

Nos ayuda la tecnología?

La tecnología ha sumergido al individuo en la hiperactividad, estar conectados todos el tiempo nos quita concentración a las cosas importantes.

Mientras estamos charlando con alguien, 10 o 15 mensajes están entrando en nuestro teléfono móvil, muchos de ellos tenemos que contestarlos y aunque se haga de manera automática y sin prestarle demasiada atención.

Nuestro interlocutor telefónico eso no lo percibe, pero a nuestro interlocutor presente de ese momento le estamos haciendo creer la idea de que nuestra falta de interés para su persona no es más que falta de educación, pereza, egocentrismo o irresponsabilidad, cuando en realidad no es más que una catarata de hiperactividad a la que nos estamos sometiendo sin darnos cuenta.

Estos comportamiento que son frecuentes y parecen hasta naturales produce un fuerte rechazo en el otro y puede derivar en la perdida de una amistad hasta el alejamiento de una pareja.

Por lo tanto si notamos que nosotros o alguien de nuestro entorno tiene un comportamiento similar, actúa con ansiedad en cosas cotidianas, no logra concentrarse, tiene trastornos de sueño o simplemente le está generando conflictos de rechazo social, es hora de acudir a un médico, o al menos tomar conciencia y dejar ciertos hábitos nocivos para nuestra salud y nuestro entorno social.