Mucho mas común de lo que creemos, la codependencia a la pareja es un tema serio que debemos tratar de inmediato, pero como surge y que podemos hacer para evitarlo?.

En un mundo globalizado, donde se promueve la necesidad del consumo, es común que desde muy pequeños asimilemos y damos por válida la idea que la felicidad proviene del afuera, con ese concepto aceptado, valemos tanto como logramos tener.

Cuando tengamos mas dinero, una mejor casa, un mejor auto, una buena pareja, la ropa de moda o un título, obtendremos una mejor personalidad, mas poder y una mejor autoestima, o sea la tan ansiada felicidad, sin nada de esto, que valor puede tener nuestra persona? esta es la carnada de un anzuelo muy tentador.

Este pensamiento arraigado en nuestro subconsciente, sumado a una infancia que pudo haber sido carente de afecto, o al menos no el suficiente como para obtener un sano desarrollo emocional son el combo perfecto para que luego posiblemente desarrollemos una adicción a determinada persona, pareja, hijos, padres, amigos, etc.

Las carencias afectivas de la infancia, ya sea por ausencias o por provenir de una familia disfuncional, luego le son exigidas a nuestra pareja, sentimos la necesidad de que alguien las cubra, por lo tanto el codependiente reclama constantemente todo aquello que le fue negado en su infancia.

De esta manera nuestra pareja, sin quererlo, se transforma paulatinamente en nuestra razón de vida, sin el/ella, la sensación de vacío es total, necesitamos de la aprobación continua, así le damos nuevamente al afuera el poder absoluto de nuestra felicidad.

El otro es el responsable de llenar el vacío de mi existencia, de cambiar mi estado de ánimo y quitarme el miedo a la soledad, en suma mi pareja tiene el poder absoluto sobre mi persona.

La adicción a la mirada aprobatoria y la atención continúa del otro, se ha instalado en nuestra vida, por lo tanto la necesidad de agradar significa alcanzar algo que creemos que es la felicidad y que confundimos con amor, dejando de lado nuestros propios intereses y deseos personales, para vivir en función del otro.

 Adicción proviene de la palabra Adictum que significa «lo que Ud. dicte», en la antigua Roma, se utilizaba la palabra del latín addictus para denominar a quien por deudas impagas se convertía en esclavo de un amo para pagar su falta.

Adicción es sinónimo de esclavitud.

En realidad la personalidad adictiva hacia la pareja es una conducta vincular que en alguna etapa de nuestra vida la mayoría de las persona la padecen, es muy cómodo adjudicar la culpa y la responsabilidad de nuestra felicidad en el afuera, pero ser codependiente de otro es una enfermedad en progreso, que requiere de atención especializada para su rehabilitación para no terminar en cuadros de estrés crónico, depresiones profundas y/o suicidios.

Como dejar de ser adicto a la pareja?

La adicción en si misma, es una enfermedad crónica que no tiene cura, la ayuda psicológica puede traer una recuperación, y darnos las herramientas para no caer en otra adicción ya sea a otra persona o a otro tipo de adicciones, como son las drogas, el alcohol, el juego, el trabajo, la adrenalina y todo aquello que nos llene nuestro vacío existencial.

El tema tan actual sobre la violencia de genero en la familia, no es mas que una adicción a la pareja llevada al extremo de preferir ser golpeadas o maltratadas a enfrentar el vacío de la ausencia del otro.

Cualquiera sea la etapa, si Ud. se auto diagnostica que puede estar en una relación de pareja de codependencia, es prioritario que acuda a un centro psicológico o busque orientación profesional.

Es poco probable salir solo/a, resulta muy difícil dejar de victimizarse cargando la responsabilidad y la culpa a otro de nuestra desdicha.

Se requiere de mucho coraje para comenzar a responsabilizarnos de nuestra vida, aprender que la felicidad siempre proviene de nuestro ser interior y que el amor es libertad, dos persona integras que deciden ser libres viviendo juntos, sin mutuos reclamos ni reproches y sintiendo ser compañeros en el camino de la vida.

Written by

Ricardo S.

Si no puedes volar, corre; si no puedes correr, camina; si no puedes caminar, gatea, pero sigue avanzando hacia tu meta.