Bienvenido! está a punto de conocer los beneficios y propiedades medicinales del Ajo
De todas la plantas medicinales que la naturaleza generosamente nos brinda, sin lugar a dudas el comúnmente llamado ajo,( o allium satibum) , es el que más beneficios ofrece para la salud, gracias a sus variadas propiedades medicinales.
Beneficios estos que, contribuyen a el mejor funcionamiento de gran parte del organismo, en muchos casos actúa como medio de prevención y en otros muchos como medio de curación.
Estudios recientes aseguran que, a todos los beneficios descubiertos con anterioridad, se le suma su gran aporte a los pacientes diabéticos, ya que eleva los niveles de insulina, disminuyendo el azúcar en sangre.
También resulta un gran aliado para combatir la depresión y el estrés dado su aporte al aumento de los niveles de “serotonina” al cerebro.
Antiguamente, el ajo era muy utilizado para la eliminación de parásitos, inclusive en la llamada lombriz solitaria (taenia saginata) un parásito de difícil expulsión y que puede alcanzar varios metros de largo.
Resulta muy útil en trastornos de mala circulación e hipertensión, y es reconocida su acción bacteriana como antibiótico y antiséptico.
Originario de Asia, precisamente del antiguo territorio de Turkestán, el ajo, debido a sus beneficios se propaga rápidamente a China, India y el Mediterráneo.
Su aparición se estima desde aproximadamente 1500 años antes de Cristo, ya que se han hallado papiros donde se mencionaba al ajo entre una 20 fórmulas para tratar enfermedades.
Beneficios comprobados del ajo
Tantos eran los beneficios comprobados del ajo, que en la antigüedad también se le atribuyeron poderes espirituales, su uso se hizo frecuente para ahuyentar los malos espíritus, contrarrestar brujerías y alejar a los vampiros, también fue utilizado como amuleto de buena suerte, capaz de rechazar la envidia y los malos deseos.
Estos supuestos poderes espirituales se conservan aún hoy, en diferentes culturas.
Durante las guerras, el ajo se distribuía entre los combatientes, para curar heridas y por considerarlo un excelente energizante, en tiempo de paz, se lo consumía como un excelente afrodisíaco.
Las enfermedades donde puede favorecer el consumo de ajo crudo, se encuentran todas las enfermedades respiratorias, actúa eficazmente en gripes, anginas, resfríos, catarros y tos, el reuma, la diabetes, hipertensión, colesterol malo, enfermedades de la piel, tales como sabañones, eccemas, infecciones y verrugas.
Fortalece el cabello por lo que su aplicación directa previene la caída del mismo.
También tiene beneficios como sedante, dado su alto contenido de azufre y fósforo.
El ajo no es aconsejado en mujeres embarazadas
Si bien son muchos los beneficios del ajo, no es aconsejado en mujeres embarazadas o en problemas de hemorragias ya que actúa como vasodilatador, que si bien es favorable para la circulación y presión de la sangre, es contraindicado en los casos mencionados.
Tampoco es aconsejado en casos de inflamación de los riñones, pero su uso culinario en varias dietas, favorece en problemas gastrointestinales y en casos de colitis.
En antiguos papiros, en los primeros herboristas chinos, pasando por Carlomagno en el siglo VI e Hipócrates, el padre de la medicina moderna,(460 a. de C.) todos fueron difusores de los beneficios del ajo, que sigue prestando sus servicios a nuestra salud, aún en nuestros días, enriqueciendo muchos platos regionales y quien sabe, tal vez, ahuyentando malos espíritus, escudo contra la envidia y para atraer la buena suerte.
La planta de Ajo
El ajo es una planta herbácea de la familia de las liliáceas, que actualmente sólo existe cultivada pero que se considera evolución de otra que crecía silvestre en Asia meridional y el antiguo Egipto.
Desde siempre fue empleada con profusión como condimento culinario en diversas culturas, fundamentalmente del entorno mediterráneo.
El ajo común (Allium sativum) presenta hojas aplanadas y alargadas, que surgen de un tallo que puede llegar a superar el medio metro de altura.
Las flores, pequeñas y de color blanquecino o malva, se agrupan en umbelas, es decir, en inflorescencias que se unen al extremo superior del tallo en un solo punto, del que parten los tallos florales.
El bulbo, que es la parte comestible de la planta, es blanco y globular y está formado por diez bulbillos menores, los llamados dientes de ajo.
Al bulbo completo, recubierto por capas externas de consistencia papirácea, se le denomina cabeza.
Su olor es fuerte y penetrante, por lo que es empleado con profusión, más como condimento que como hortaliza.
Se trata de una planta de ciclo anual, que se marchita en los meses de la estación cálida, momento en el cual se deben extraer los bulbos de la tierra para su secado, que se efectúa formando trenzas características a las que se denomina ristras.
Se desarrolla sobre todo en terrenos arenosos y bien drenados y se cultiva fundamentalmente en la cuenca mediterránea y en algunos países de Latino américa como la Argentina y México.
Aconsejamos Leer: Consejos de la abuela sobre remedios caseros
Fuente consultada: Grau, Guillermo. El libro del ajo y la cebolla. Latinoamericana, Buenos Aires, Argentina, 2001