Tras el nacimiento de un bebé muchas mujeres se encuentran eufóricas, sin embargo, otras tienen sentimientos encontrados y confusos hacia el recién nacido, algunas se encuentran francamente agobiadas ante la responsabilidad de hacerse cargo del recién llegado.

La madre se ve también desplazada como centro de atención y cuidados que se trasladan ahora al recién nacido.

El cariño por el bebé no se desarrolla de golpe, sino que es preciso un periodo de adaptación que varía de una mujer a otra. Al cabo de algunos días, la madre ya conoce y reconoce a su bebé. A las pocas semanas, lo entiende.

Algunas mujeres, pasados unos días, se encuentran cada vez más tristes, con ganas de llorar por todo y con sentimientos negativos acerca de su propia capacidad de amar y cuidar al bebé. Esto es lo que se llama depresión postparto.

En ocasiones puede llegar a ser una depresión en toda regla y requerirá tratamiento psiquiátrico. Otras veces este estado de ánimo será más leve y transitorio y se superará con la ayuda de la pareja y el paso del tiempo.

Existen ciertos factores que aumentan la probabilidad de sufrir depresión post parto. Entre otros, se encuentran:

  • Edad menor de 20 años en el momento de quedarse embarazada
  • Consumo de sustancias tóxicas por parte de la madre
  • El embarazo no había sido planeado
  • No tener pareja
  • Tener poco apoyo por parte de pareja, familia o amigos
  • Haber padecido algún trastorno mental antes del embarazo
  • Haber experimentado algún acontecimiento muy estresante durante el embarazo
  • Tener problemas económicos
  • Tener una personalidad perfeccionista
  • Haber padecido depresión en el embarazo
  • Haber tenido un embarazo múltiple
  • Haberse sometido a un tratamiento de fertilidad

El agotamiento, el cansancio provocado por el parto y el sueño atrasado sumados al cuidado del pequeño, también hacen sentir sus efectos en el estado de ánimo de la mujer sobre todo si, entre otros:

  • Se ha tenido un parto difícil
  • Se ha estado separada del bebé porque éste estuvo hospitalizado
  • El bebé tiene un temperamento difícil
  • Tener dificultades con la lactancia
  • Recibir opiniones confusas y contradictorias acerca de la crianza

Medidas de prevención frente a una depresión postparto

 

A la mujer a veces le resulta difícil explicar los sentimientos depresivos y tropieza con la incomprensión de los demás: ¡pero si tienes un hijo precioso! ¡pero si tienes todo lo que podrías desear: una casa estupenda, un marido que te quiere, un bebé sano!, etc…

Estar deprimida supone una gran dificultad para adaptarse a las necesidades del bebé, que exige cuidados y dedicación día y noche.

Como medida preventiva ante una posible depresión postparto, lo mejor es que la mujer descanse siempre que lo necesite y que no se sienta abrumada por los acontecimientos de los primeros momentos tras su vuelta a casa. La ayuda de la pareja y de terceras personas es fundamental para recuperarse anímica y físicamente, pero sin tratar de imponer un ritmo determinado de tareas.

¿Cuándo hay que preocuparse y acudir a un especialista para diagnosticar la depresión postparto ?

  • Cuando la sensación de tristeza persiste después de dos semanas
  • Si surge un fuerte sentimiento de culpabilidad que impide a la mujer realizar su actividad diaria
  • Si se tiene excesiva necesidad de dormir o insomnio persistente
  • Cuando hay demasiada preocupación por el bebé o falta de interés por el recién nacido
  • Si la mujer siente ansiedad o pánico que le impiden afrontar sus responsabilidades

La aparición de alguno o varios de estos síntomas durante el postparto y, sobre todo, una vez pasada la cuarentena, deben comunicarse al médico.

En muy contadas ocasiones, si la depresión no se trata a tiempo, puede derivar en una psicosis puerperal.

En estos casos, la mujer llega a perder el sentido de la realidad y padece alucinaciones, que obligan a su hospitalización. Afortunadamente, la psicosis puerperal es una alteración mental o psicológica extremadamente rara.

Fuente: elbebe.com