Ningún otro riesgo dentro de una relación de pareja, preocupa, aflige y angustia tanto como es el miedo a la infidelidad del otro.
Un temor muchas veces no manifestado, otras expresado en exceso, pero siempre latente, el ser engañado o el temor a no atraer mas, es una de las principales causas de conflictos graves en una pareja.
Equipos cada vez mas sofisticados se fabrican y venden para “espiar” a la pareja, las agencias de detectives trabajan a tiempo completo.
Salvo excepciones, la mayoría de los casos es por sospechas de infidelidad de alguno de los miembros de la pareja totalmente infundadas.
A que se debe tanta demanda en busca de despejar dudas ocultas?
Y a que se deben tantas dudas y miedos?
Lo cierto, es que las causas de la infidelidad, pueden ser muchas y muy variadas, tampoco hay un patrón de conducta que pueda ser común a todos lo que cometen infidelidad.
En muchos casos (sobre todo en las mujeres) la infidelidad se presenta como un hecho circunstancial, alejado de una idea previamente elaborada y meditada.
La infidelidad tiene diferentes preconceptos sociales ya se trate de un hombre o de una mujer
El hombre en este aspecto goza de un privilegio social donde la infidelidad, lejos de ser condenada o criticada, es hasta bien conceptuada dentro de su circulo de amigos mas cercanos.
Desde su infancia se lo fue educado para festejar como logros obtenidos sus conquistas amorosas sin importar demasiado si el hecho puede dañar a otra persona involucrada.
Por esta misma razón es que el hombre es más propenso a ser descubierto en su infidelidad, ya que si bien se lo oculta y niega a su pareja.
Tampoco quiere renunciar al placer de que otros sean conocedores de sus dotes de conquistador irresistible.
La mujer en cambio, por la misma acción de la infidelidad, es condenada socialmente.
Su participación en la infidelidad, debe ser mucho mas discreta, oculta y muy disimulada, por supuesto, que la mujer está muy bien preparada para cumplir ese rol.
Desde su infancia fue educada para ocultar y disimular sus deseos más íntimos.
De allí es que la infidelidad de la mujer es mucho mas difícil de detectar que en el hombre.
Las mujeres, comúnmente se sienten atraídas por la figura masculina prototipo del galán de telenovelas que vuelve locas a todas la mujeres.
Y los hombres se sienten atraídos a la hora de formalizar una pareja por la chica linda, atractiva y seductora que todo hombre quiere poseer.
Como decía alguien, “se casan con el che Guevara y después lo quieren afeitar”
Como superar el miedo a la infidelidad
Después de la conquista inicial, y cuando la pareja esta formada, aparecen los temores íntimos de la infidelidad.
Ella será capaz de resistir los embates conquistadores de otros hombres?
Y por el otro lado, ese galán, ahora convertido en marido, habrá abandonado así por que sí su vocación seductora?
Que hacer para no sentir el miedo?
El dialogo difícilmente resuelva las dudas intimas de cada uno, ya que confesar una infidelidad es algo a los que pocos se atreven.
Vivir obsesionado y perseguido trae un costo psicológico muy grande, que tampoco termina con el temor, y que lejos de prevenir la infidelidad hasta pareciera que la incentiva.
Confíe en su pareja y dele absoluta libertad de actuar.
Déjela hacer y decir lo que realmente sienta sin juzgamientos , sin obligaciones y sin temores.
Tenga la valentía de poder decir lo que realmente le pasa sin pensar que esta frente a un tribunal de justicia, sin sentirse amenazado/a.
Si no se atreve por que siente alguna de estas cosas su pareja tiene problemas más recónditos que una posible infidelidad y probablemente esos mismos problemas sean las causas de la infidelidad en la pareja.
Cuando existe la infidelidad en la pareja, no hay victimas ni victimarios, ambos sufren y son victimas de la misma situación.
El hombre por que luego del placer momentáneo de su ego machista siente que ese vacío interior vuelve a aparecer.
La mujer siente la pesada carga de la culpa por no estar haciendo lo que socialmente se espera de ella.
Nadie sale ganando en la infidelidad.
El me engaña o ella me engaña, no son las frases más correctas para definir la infidelidad.
En ambas casos los infieles se engañan a si mismos, tratando de suplir sus carencias afectivas, emocionales o sexuales pagando un alto precio por sus miedos a hablar y decir sus sentimientos con total y absoluta libertad.
No hay otra solución para el temor a la infidelidad en la pareja, que ofrecer al otro una total y completa libertad de acción y decisión sobre sus actos.
Comprender que el otro no nos pertenece, que mucho menos tiene obligaciones para con nosotros y que si esta a nuestro lado es por su absoluta y libre determinación.
Y que tiene todo su derecho de cambiar de opinión cuando así le parezca.
La infidelidad en la pareja generalmente tiene más que ver con la falta de libertad o el temor a expresarse sinceramente que con una intención explicita de “herir” a la otra persona.
Nunca más acertada aquella frase que dice: “Si amas a alguien, déjalo libre, si vuelve a ti, es tuyo, si no vuelve, nunca lo fue” y recuerde que el amor es un sentimiento y nunca una obligación.
Cuando aparecen las obligaciones en una pareja, también aparece el miedo a que no se cumplan.