Las piedras ígneas, cuyo nombre procede del latín y significa fuego, comenzaron como magma, que es el material fundido del interior de la tierra. Cuando el magma se enfría lentamente y se endurece forma el granito.
Cuando aflora en erupción a la superficie se enfría rápidamente y forma el basalto. A alta presión las temperaturas de cristalización de los minerales son altas también. Una disminución de la presión tiene en consecuencia una disminución en la temperatura de cristalización. De este modo en altas profundidades en la corteza terrestre en el manto superior puede producirse el magma a partir de material sólido.
Para su uso en masajes estas piedras deben recibir un proceso de pulido para darles las formas necesarias, según la anatomía del cuerpo.
Estas piedras para masajes, se encuentran en ríos, lagos y bosques. Están relacionadas a la energía del sol y de la tierra, consolidadas durante miles de años, almacenando hierro y magnesio, que les brinda poder para relajar y energizar el cuerpo.
Algunos profesionales terapeutas buscan sus propias piedras, con las cuales se identifican, estableciendo una conexión particular y transmitiendo mejor energía.
Las piedras tienen su propia energía y aumenta el equilibrio físico, emocional, mental y espiritual, mejora el sistema inmunológico y refuerzan la resistencia. En los masajes se aplican diferentes tamaños, texturas y temperaturas, aprovechando, así los beneficios del calor y del frío.
Masajes Relajantes y terapéuticos
Este tipo de prácticas actúan en dos niveles: de manera estática realizando presiones terapéuticas en puntos concretos o de manera dinámica realizando el masaje sobre el cuerpo o deslizándolas suavemente matizando la intensidad.
Después de una jornada de trabajo, donde algunas partes del cuerpo sufren tensiones provocando rigidez en los músculos y ligamentos, un masaje con piedras reduce los problemas circulatorios y digestivos, facilitando la concentración y la actividad mental.
El insomnio desaparece luego de las aplicaciones provocando una agradable sensación corporal que promueve el metabolismo natural y mantiene el equilibrio de las energías yin-yang.
Una combinación de masajes de piedras calientes y frías soluciona los problemas de ansiedad y el pánico emocional. También ayudan a eliminar toxinas por sudoración eliminando la pesadez en las piernas por mala circulación o sedentarismo y embelleciendo la piel.
Como verá, son muchos los beneficios de este tipo de este tratamiento personal, como para que los tenga en cuenta cuando vaya a su centro de estética.
Masaje o Terapia Shiatsu
Originaria de Japón y concebida como un terapia de tipo manual, aplicable a ciertos trastornos orgánicos, el Shiatsu se difunde masivamente en occidente en la última década del siglo pasado.
Si bien en occidente no es considerada una terapia, ya que no ofrece ninguna cura comprobada para algún tipo de enfermedad, si se considera al Shiatsu como un excelente masaje que ayuda a prevenir varios trastornos de salud y activa el sistema circulatorio, logrando un profundo estado de relajación, ofreciendo a quien lo recibe, una armonía naturalmente funcional de todo el estado físico y mental.
Con una fuerte influencia de la Acupuntura de la Medicina China, también es producto de una variante de la Digitopuntura y la quiropraxia americana, el Shiatsu no tiene efectos secundarios de ningún tipo, se trata de un masaje no invasivo que incorporaron los japoneses a sus tratamientos medicinales .
Hoy día, en occidente, el Shiatsu, se difunde y promueve como un excelente masaje descontracturante, y perfectamente recomendado para aliviar el estrés, en otros casos resulta muy favorable para tratar dolores musculares y trastornos de índole nerviosa.
Prácticamente todos los centros profesionales de masajes, han incorporado la técnica del Shiatsu para aplicarla a sus clientes, que concurren a sus secciones semanales, convencidos de la mística filosofía oriental, que a decir de su gran difusor Tokujiro Namikoshi, es un tratamiento que permite vivir en plena armonía con la madre naturaleza.