Qi Gong o Chi Kung
Imagen de Antonika Chanel

Las bases del Qi Gong (su denominación occidental) o Chi kung (su nombre original) se encuentran en las danzas de los antiguos chamanes de la dinastía Zhou (1028-220 a.C) que realizaban movimientos que copiaban los de determinados animales.

Estos chamanes se colocaban sobre la cabeza pieles de oso con cuatro ojos de oro, simbolizando la capacidad de ver en las cuatro direcciones.

Y eran seguidos por gente que personificaba a los animales de los signos zodiacales (dragón, caballo, tigre, etc) con la idea de sacar la enfermedad del cuerpo.

Hasta nuestra época llegó una técnica llamada «Qi Gong de los cinco animales» que se basa en la imitación de los movimientos del tigre, del pájaro, del oso, del ciervo y del mono, tiene por finalidad mantener en forma al cuerpo

Las acciones medicinales de este método se organizaban de la siguiente manera

Movimientos del Tigre

Nos devuelven la plasticidad y la relajación muscular, la agudeza visual, la fuerza de las uñas y la elegancia del andar, mejorando las funciones del hígado.

Representan la madera.

Movimientos del Ciervo

Trabajan sobre la fortaleza de los huesos y la quintaesencia (jing), lo que da vigor a la sexualidad y se conecta con los riñones y la cápsula suprarrenal.

Se asocia al agua.

Movimientos del Oso

Mejoran la digestión y la inmunidad.

Se relacionan con la fuerza física derivada del alimento y con la capacidad restauradora de los tejidos. Se conecta con la tierra

Movimientos del Mono

Rápidos y sorpresivos, mejoran la circulación de la sangre, fortaleciendo el corazón. Se vincula al elemento fuego.

Movimientos del Pájaro

Trabajan sobre la mejor absorción de oxígeno en los tejidos.

Se trata de ejercicios suaves, y que demandan equilibrio, tal como se se estuviese planeando en el aire.

Se asocia con el elemento metal o aire

El trabajo de Qi Gong de dramatización de los movimientos de cada uno de estos animales fortalece los cimientos de los cinco elementos corporales y los equilibra.

Las técnicas se dividen generalmente en dos, Qi Gong dinámico o activo (dong gong) y Qi Gong tranquilo o pasivo (jing gong).

El Qi Gong dinámico se basa en movimientos que se van encadenando unos con otros como en una danza.

Este método es el más popular en China y en el mundo.

Beneficios de la práctica del Qi Gong

Muchos principiantes de Qi Gong comienzan a notar cambios en su estado general a partir de tan solo unos meses de práctica.

Los trastornos digestivos suelen moderarse a partir de la práctica regula de Qi Gong y se ha visto también que personas hipertensas lograr equilibrar su presión arterial a partir de un trabajo de Qi Gong sostenido

La aparición de mayor energía vital y cambios favorables en el humor se ven también frecuentemente aun con pos días de práctica.

Los dolores a su vez, tienden a mermar conforme el paciente alinea correctamente su cuerpo y distribuye mejor su peso.

Al tomar mayor control sobre la respiración, es más fácil inducirse al sueño y el descanso es más reparador.

Por otra parte, el hecho de no estar tan tensos durante el día explica por qué, aun durmiendo menos horas, muchos practicantes de Qi Gong se sienten bien descansados

El Qi Gong entrena la voluntad y el fluir de la energía en la dirección que uno desea.

La relajación proyectada sobre la vida cotidiana nos permite gastar menos energía y agotar menos a los músculos, que responden al momento en que uno verdaderamente los necesita para cumplir con alguna labor.

Despues de practicar Qi Gong, el metabolismo habitualmente se vuelve más pausado, el cuerpo cambia a un «modo de mantenimiento».

Esto se nota por la lentitud de los ritmos cardíaco y respiratorio y en la mejor calidad de las ondas cerebrales.

Además esta práctica aumenta la cantidad disponible de qi y de jing, que es la energía sexual.

Muchos ejercicios están conectados, con la activación de la cápsula suprarrenal, conocida en la medicina tradicional china como «espacio in-terrenal», espacio que atesora las sustancias vinculadas, según el taoísmo, con la potencia sexual al igual que la conocida raíz de Ginseng

Fuente consultada: Schwarz, Mario. Qi Gong. Kier. Buenos Aires, Argentina, 2004